TAQUICARDIA VENTRICULAR NO SOSTENIDA (TVNS).

Comienzo este apartado con esta arritmia de origen ventricular es decir cuyo origen se encuentra por debajo del nodo aurículo-ventricular, que encontramos con mucha frecuencia en estudios de monitorización ambulatoria del electrocardiograma, generalmente en pacientes con factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, diabetes, dislipemia, y otros) que consultan por palpitaciones o un episodio de síncope o presíncope.

 

Se debe a la generación anómala de impulsos eléctricos en las ventrículos (ver corazón normal). Se trata de una arritmia de pronóstico muy variable en función de la causa desencadenante, y en algunos casos se desconoce su significado pronóstico.

 

Debido al riesgo aumentado y potencial de muerte súbita de los pacientes que la padecen debe ser estudiada de forma exhaustiva con intención de establecer un diagnóstico causal si lo hubiera, un pronóstico, un tratamiento adecuado y un seguimiento estrecho.

 

Es importante señalar que la definición de taquicardia ventricular no sostenida no es universal y varía de unas a otras guías de práctica clínica. Se define como 3 (a veces 5) o más latidos consecutivos de origen por debajo del nodo aurículoventricular con un intervalo entre latidos (RR) menor de 600 milisegundos, lo que es lo mismo, una frecuencia cardiaca mayor de 100 latidos por minutos, y una duración menor de 30 segundos.

 

Sin embargo el estudio CARISMA publicado en la prestigiosa revista Circulation en el año 2010 emplea otra definición; rachas de 16 o más latidos con una frecuencia cardiaca igual o mayor a 125 latidos por minuto. En el estudio Marburg publicado previamente en el año 2003 en pacientes con miocardiopatía dilatada se marca el umbral en más de 120 latidos por minuto, y el estudio ESVEM (Circulation 1997) que intenta establecer predictores de muerte súbita comparando la monitorización y el estudio electrofisiológico establece una duración de más de 15 segundos.

 

La taquicardia ventricular no sostenida puede causar síntomas en forma de palpitaciones, pero generalmente es asintomática por su brevedad. Su naturaleza breve también impide diferenciar el tipo en base a su morfología en monomorfa o polimorfa.

 

La labor del médico que trata al paciente con este tipo de arritmia es establecer si el paciente aparentemente sano que presenta esta arritmia padece una enfermedad cardiaca oculta, y en los pacientes con enfermedad cardiaca conocida estratificar el riesgo con la finalidad de ofrecer un tratamiento que reduzca el riesgo asociado, es decir la muerte súbita o la muerte de causa cardiovascular.

 

Esta tarea es ardua pues en la mayoría de los casos se desconoce si la taquicardia ventricular no sostenida aumenta el riesgo de muerte de forma significativa y que actitud es la más adecuada. En la toma de decisiones es muy importante atenerse a lo que nos dicen las recomendaciones internacionales vigentes en cada momento.

 

Todo el trabajo inicial en la consulta irá dirigido a intentar establecer en cual de lo siguientes grupos se encuentra nuestro paciente, pues de esta forma podremos establecer un riesgo y un plan terapéutico:

     

    (1) TVNS en el paciente con corazón aparentemente normal.

    (2) TVNS en el paciente con hipertensión arterial o enfermedad valvular cardiaca.

    (3) TVNS en el paciente con enfermedad coronaria.

    (4) TVNS en el paciente con disfunción ventricular e insuficiencia cardiaca.

    (5) TVNS en el paciente con miocardiopatía hereditaria.

    (6) TVNS en otras patologías que afectan al corazón.

 

Finalmente el manejo de los pacientes que padecen esta arritmia está dirigido al tratamiento de la enfermedad cardiaca subyacente más que el tratamiento directo de la arritmia, a menos que se produzcan eventos serios.


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